Aprender en un aula virtual

La Educación a Distancia a través de Internet es una modalidad de enseñanza y aprendizaje, que se caracteriza fundamentalmente por la especial circunstancia donde el alumno y el docente no se encuentran en el mismo lugar físico, ni se comunican necesariamente en tiempo real.

Sin embargo esto no significa que el alumno aprende solo, sin el apoyo del docente. Al contrario, el aprendizaje se apoya en un equipo de especialistas que se encargan de producir los materiales de estudio, de disponer la tecnología adecuada, de implementar un sistema de asesoría constante para que el aprendizaje del alumno esté orientado y apoyado en forma permanente.

Esta modalidad pretende crear un sistema de comunicación entre el alumno y el docente que reemplace la interacción que se da en el aula. Incluso, muchas veces, la comunicación con el docente es más fluida en la modalidad a distancia que si estuviéramos compartiendo una clase presencial.

La educación a distancia es una alternativa concebida para dar respuesta a necesidades específicas de los estudiantes, ya que contempla a quienes por ubicación geográfica, limitaciones de tiempo y otros motivos se les dificulta aprender en forma presencial. Para ello ofrece una estrategia que involucra avanzadas tecnologías de la información y las comunicaciones.

La esencia de la educación a distancia se expresa en libertad y flexibilidad para el aprendizaje.

Aunque tanto la institución educativa como el equipo docente supervisan todas las etapas del proceso a distancia, el aprendizaje es responsabilidad fundamental del propio estudiante. De allí que frecuentemente este proceso se describe como autoaprendizaje y requiere un considerable compromiso, disciplina y autonomía, ya que es el estudiante quien, en definitiva, decide dónde y cuándo estudiar, avanzando a su propio ritmo y en sus propios tiempos, aunque disponiendo del acceso personalizado a un tutor para ser guiado en su proceso de aprendizaje.

Además de la interacción con los docentes, el estudiante tiene la oportunidad de interactuar con sus pares, pudiendo así intercambiar valiosas experiencias a través del aprendizaje colaborativo y las diferentes formas de comunicación.

La tendencia actual en los programas de educación a distancia es que el material de estudio, las actividades y las herramientas de comunicación se encuentren reunidos en un espacio virtual. Para acceder a este espacio el estudiante debe ingresar a un aula virtual a través de internet, escribiendo su nombre de usuario y contraseña, obtenidos en el momento de la inscripción.

¿Qué es un aula virtual?

Podríamos imaginar un ambiente con bancos, escritorio y pizarrón. Es casi así, ya que tenemos nuestra silla, mesa y computadora, pero en casa. El resto del aula es simplemente una página web. La ventaja de esta forma de trabajo es que encontraremos todo allí, en un mismo espacio virtual.

Imaginemos que no tenemos el aula. Las guías de trabajo nos llegan por email. Las dudas las consultamos mediante un foro de Yahoo. Otros materiales están en Google Drive. Los videos debemos buscarlos en YouTube. Las indicaciones de los profesores están en Facebook. Las consignas de trabajo las encontramos en Twitter. Las imágenes nos llegan al celular. ¡Sería imposible coordinarlo todo! Con un aula virtual solucionamos esa diversificación.

Cuando entramos al aula encontramos, por ejemplo, todos los archivos, imágenes y videos en el centro de la página. También allí estarán los foros de debate. Tendremos formas de subir nuestras tareas realizadas haciendo sólo un clic. En un sector lateral encontramos una ventana de mensajes. Desde allí podremos comunicarnos con los docentes y con el resto de nuestros compañeros de curso. Los anuncios y las novedades también están allí. Un calendario nos muestra las fechas importantes, como evaluaciones o entrega de actividades. Está todo concebido para facilitar nuestro aprendizaje. Por lo tanto, su manejo no es complicado, requiere que hagamos uso de nuestra curiosidad y nos dediquemos a recorrer el aula, visitando todos sus rincones.

Algunos consejos (o las siete claves del éxito)

1. Organiza tu tiempo. Debes establecer de antemano el tiempo que dedicarás cada día al estudio, planificando los horarios. Un horario de inicio y otro de finalización. Si puede ser siempre a la misma hora, mejor aún, ya que establecer cierta rutina facilita tu predisposición y concentración.

2. Establece prioridades. Identifica las obligaciones y tareas más urgentes para realizarlas en primer lugar. Si bien la consulta a fuentes complementarias debe convertirse en una de las herramientas básicas, no te dejes tentar por la navegación indiscriminada en Internet, que suele ser infinita.

3. Nunca dudes en preguntar. Cuando estudias desde tu casa, la resolución de posibles dudas es algo importantísimo ya que te permite seguir avanzando. Intenta mantener una relación fluida con tus profesores y tutores.

4. Realiza las actividades en los plazos indicados. Una de las características de esta modalidad es que las entregas de trabajos están pautadas con plazos estrictos, para facilitar la organización de las tareas.

5. No dejes todo para último momento. Planificar el horario de estudio, en lo posible día a día, te permite ir consultando las dudas con el tutor a medida que van surgiendo. Si realizas las actividades sobre la fecha de entrega, probablemente ya no tengas oportunidad de hacer preguntas o buscar ayuda en tu tutor.

6. Acondiciona un lugar adecuado para el estudio. Estudiar desde casa requiere concentración, por eso es importante que encuentres el lugar adecuado, donde exista el menor número posible de distracciones.

7. Y lo más, más, más importante: cuando te sientes frente a la computadora para estudiar…

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