Juan Manuel Ayude
Durante muchos años se le quiso hacer creer a la totalidad del Pueblo argentino, que la llamada “Noche de los Lápices” ocurrida el 16 de septiembre del año 1976 en plena Dictadura genocida, ocurrió únicamente porque un par de jóvenes quisieron recuperar un derecho como el del boleto estudiantil.
Esto es una falacia inventada principalmente por los mismos creadores de la historia oficial que empuja a nuestro Pueblo a creer mentiras para favorecer intereses históricamente dominantes y de la llamada “Teoría de los dos Demonios”, que decía que el “primer Demonio” había sido la Juventud por haberse animado a combatir a la oligarquía, y el “segundo Demonio” habían sido los militares llegados “inevitablemente” para evitar que los jóvenes continúen cometiendo sus “crímenes.”
En el contexto actual, que nos permite no ya revisar sino directamente reescribir la historia usando las claves de las clases oprimidas, podemos refutar fácilmente esa mentira. Los jóvenes que lucharon ese día, haciéndole frente a las fuerzas de choque del Imperialismo y la oligarquía para poder tener como un derecho adquirido al boleto estudiantil, lo hacían desde un marco global de lucha por una sociedad igualitaria y no como lucha aislada, casi como “una necesidad del bolsillo.” Haciendo creer este hecho como aislado, incurriríamos en el error de hacerle el juego a la historia dominante que vacía astutamente de contenido las grandes gestas históricas de modo que no puedan verse en su verdadera magnitud porque si eso pasara podría servir de ejemplo para nuestros jóvenes.
Pero muy a pesar de la oligarquía, los jóvenes ya no creemos sus historias: esta generación creció con la irresoluta vocación y convicción de tomar el legado de aquellos compañeros de la UES de los años ´70 de tener una educación de calidad y liberadora en una Patria Justa, Libre y Soberana. En cada medida que favorece a un Proyecto de Liberación Nacional y Latinoamericana está el espíritu de aquellos compañeros de la UES y de cada uno de los 30.000 compañeros que ya no están. Por eso, en este mes los militantes reiteramos nuestro pedido de que siga este proceso de Memoria, Verdad y Justicia para que se pene a los culpables de todas las atrocidades cometidas por la Dictadura genocida y antipatria. Sólo así, y con la continuidad de este Proyecto Nacional y Popular, se hará justicia con Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Horacio Ungaro, y con todos los sueños que se fueron con ellos pero que hoy nosotros intentamos continuar.