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20 de noviembre: día de la soberanía nacional

Por Aritz Recalde
“A un tal proceder no nos queda otro partido que el de no mirar el porvenir y cumplir con el deber de hombres libres, sea cual fuere la suerte que nos depare el destino, que en intima convicción no sería un momento dudosa en nuestro favor si todos los argentinos se persuadiesen del deshonor que recaerá sobre nuestra Patria si las naciones europeas triunfan en esta contienda, que en mi opinión es de tanta trascendencia como nuestra emancipación de la España”. Carta de José de San Martín a Juan Manuel de Rosas, 11 de enero de 1846

A partir de la sanción de la ley 20.770 de 1974 y por pedido del historiador José María Rosa, se instauró el 20 de noviembre como día de “Día de la soberanía”, en conmemoración al combate de la Vuelta de Obligado del año 1845. En este último enfrentamiento bélico, las fuerzas de la Confederación Argentina al mando de Juan Manuel de Rosas, resistieron militarmente a la agresión de Inglaterra y de Francia. El objetivo de las naciones ocupantes, fue el de obtener mercados para su industria en expansión, continuando la política colonial aplicada en diversos lugares del mundo. Los objetivos económicos que escondían las operaciones militares de las potencias, fueron interpretados cabalmente por el ministro argentino en Londres, Manuel Moreno, que advirtió en carta a Rosas de julio del año 1845 que “El imperio Británico en la India empezó por el pequeño Fuerte de San Jorge. Ese inmenso dominio ha sido obra de una compañía de comerciantes”. En este mismo contexto histórico, los ingleses ingresaban con sus tropas en la India o en China y los franceses hacían lo mismo en Argelia, entre otros países ocupados violentamente.
La lucha contra la expansión inglesa y francesa, tenía importantes antecedentes en nuestro territorio. Ya durante los años 1806 y 1807, la acción de resistencia de los miembros del Virreinato, había evitado la anexión colonial fruto de las invasiones inglesas. A casi treinta años de las primeras agresiones británicas y luego de aplicar un violento bloqueo a nuestro país en el año 1838, los franceses habían sido vencidos por el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Pese a ambas capitulaciones, las potencias colonialistas continuaron con sus agresiones al continente, que incluyeron la ocupación inglesa de las Malvinas en el año 1833 que es sostenida, ilegal e ilegítimamente, hasta la fecha.
La flota agresora estaba compuesta por buques a vapor, corbetas y por bergantines con alrededor de cien cañones de última generación y con gran tecnología, cuestión que los dotaba de mejor potencia y puntería que los de la Confederación. Los colonialistas además, habían reclutado veteranos de guerra y entre los miembros de la flota extranjera, se encontraba el político y militar italiano Giuseppe Garibaldi.
Juan Manuel de Rosas movilizó al pueblo en armas contra la agresión imperialista. Con esta finalidad, desarrolló una acción integral que contemplo la promoción de tareas políticas, militares y culturales. En el terreno militar, Rosas encomendó a Lucio Mansilla la instalación de las fuerzas de defensa, que quedaron compuestas de 2.143 hombres distribuidos en cuatro baterías a cargo de Juan Bautista Thorne, de Felipe Palacios, de Eduardo Brown y de Álvaro Alsogaray. Con la finalidad de detener el avance de las flotas enemigas, Mansilla hizo cruzar tres cadenas sobre el Rio Paraná a la altura de la localidad de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires.
Rosas organizó una acción cultural tendiente a persuadir a la opinión pública mundial, del salvajismo y la injusticia que implicaba la acción colonialista. Con esa finalidad, promovió una prensa nacional con El Archivo Americano y Espíritu de la Prensa en el Mundo que fue publicado en tres idiomas y que fue distribuido en diversos gobiernos del continente y de Europa. Desde El Archivo, Pedro de Angelis denunció la ilegalidad y la ilegitimidad de las acciones militares sobre la Confederación. La acción de El Archivo además, fue un instrumento para desarticular las operaciones de prensa de los argentinos aliados a los extranjeros, como fueron los casos de Florencio Varela desde El Comercio del Plata o de Valentín Alsina.
Complementando las acciones militares y culturales, Rosas sumó la tarea de la diplomacia que fue encomendada a dirigentes como Manuel Moreno en Londres, Tomas Guido en Rio de Janeiro o Carlos de Alvear en Washington.
La batalla de Obligado culminó en derrota para la Confederación y dejo el saldo de 250 patriotas muertos y de cientos de heridos. Los atacantes sufrieron 28 bajas y alrededor de cien lesionados. La derrota de Obligado, no significó perder la guerra y por el contrario, el ingreso de las potencias al país, generó una profunda indignación y una movilización nacional. En este contexto, a la batalla de Obligado, le siguieron la de Tonelero, San Lorenzo y Quebracho, que provocaron gran cantidad de bajas de la flota invasora de dos de las naciones más poderosas del mundo. Finalmente, la acción de las tropas nacionales consolidó el histórico triunfo militar de la Confederación.
Tal fue la epopeya protagonizada por las tropas de la Confederación y su líder, que el general San Martín le legó su sable con el que combatió en la independencia, a Juan Manuel de Rosas, en reconocimiento a su acción libertaria y antiimperialista en la conducción de los destinos de nuestro país.
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a partir del Decreto 1584/2010, incluyó los días 20 de noviembre en el calendario de feriados nacionales. Entre los considerandos de la norma estableció que “por la valentía de los argentinos que participaron y por sus consecuencias, es reconocida como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra soberanía, contribuyendo la citada conmemoración a fortalecer el espíritu nacional de los argentinos, y recordar que la Patria se hizo con coraje y heroísmo”.

Escrito Para Aluvión Popular en el Proyecto Nacional http://aluvionpopular.com.ar